Jengibre
El jengibre es originario del sur de Asia y es sin duda uno de los ingredientes clave de la gastronomía asiática en general (China, India, Japón, Tailandia, etc...) aunque se uso y cultivo se ha extendido a otras regiones del mundo. Podríamos decir que el jengibre es a la cocina asiática lo que el ajo es a la cocina mediterránea. Se trata de una planta de tamaño medio, que no suele exceder el metro de altura, con unas alargadas hojas verdes y cuyo rizoma, es decir, la sección del tallo que se encuentra bajo tierra, es la parte de la planta que se consume.
Además de sus cualidades culinarias que describiremos más adelante, el jengibre también podría tener importantes cualidades médicas. Se habla de su posible acción terapéutica ayudando a reducir el dolor, como antiviral, como reductor del nivel de colesterol, como reductor de la ansiedad y la depresión, para combatir la diarrea... es decir una larga lista de propiedades supuestamente curativas que no hacen sino incrementar la fama de este ingrediente.
Su sabor es sin duda único y muy especial, por lo intenso y picante. Disfrutar del jengibre requiere de cierta costumbre y adaptación, y la reacción del occidental que lo prueba por primera vez no suele ser positiva, aunque poco a poco, con el uso se empieza a valorar enormemente su sabor único.
Principalmente el jengibre se presenta en nuestra cocina de tres maneras diferentes: fresco, desecado en polvo, encurtido en lonchitas finas. En los tres casos, se mantiene el intensísimo sabor característico del jengibre.
El jengibre fresco se encuentra ya en un gran número de supermercados españoles. Es relativamente económico y se conserva durante muchos días, incluso semanas, en la nevera. Como hemos dicho, la parte que se consume es el rizoma de una planta, y aunque el jengibre que se vende fresco viene en general muy bien lavado, es aconsejable pelarlo bien antes de incorporarlo a nuestras recetas, para asegurarnos la máxima higiene y evitar que podamos introducir tierra en nuestros guisos. Una vez pelado, hemos de pensar que el jengibre es de consistencia dura y leñosa, y si la receta en la que lo vamos a incorporar no conlleva tiempos de cocción largos, hemos de asegurarnos de que no introducimos trozos grandes de jengibre que el comensal encontrará sin duda desagradables. En la mayoría de cocinas asiáticas cuentan con ralladores de jengibre, que nos permiten sacar lo mejor del jengibre asegurándonos de que el comensal no se va a encontrar con trozos duros desagradables. Si no contamos con un rallador, pues entonces con un poco de paciencia y un cuchillo bien afilado, deberemos cortar el jengibre en juliana muy fina (medio milímetro de lado). El jengibre fresco se puede freír, como si de ajo se tratara o se puede incorporar directamente al caldo de un guiso durante su cocción. En todos los casos, el jengibre marcará la personalidad del plato y debemos ser cuidadosos con la cantidad utilizada.
Como no siempre disponemos de jengibre fresco, siempre es bueno tener un frasquito de jengibre deshidratado en polvo. Como he dicho antes, incluso en su forma desecada, el jengibre conserva todo su sabor, aunque pierde algo de su picante. Una pequeña cantidad de jengibre en polvo le dará al guiso su sabor característico.
Finalmente, el jengibre encurtido (gari en japonés) es un elemento indispensable del sushi y consiste básicamente en jengibre marinado en vinagre de arroz con azúcar y sal. Se usa normalmente para limpiar nuestro paladar de sabores anteriores y dejarlo listo para experimentar un nuevo sabor. En otras palabras, se aconseja tomar una pequeña lámina de jengibre encurtido al empezar a comer sushi y siempre que vayamos a pasar de un tipo de sushi a otro. He vista a bastante gente poner el jengibre directamente sobre la pieza de sushi para comerlo todo junto. Obviamente, sobre gustos no hay nada escrito y cada cual haga lo que quiera con su comida, pero hemos de tener en cuenta que el sabor intenso del jengibre puede enmascarar completamente el sabor delicado y sutil del pescado crudo. El jengibre encurtido se puede adquirir en frascos y tiene una vida muy larga gracias a la presencia de vinagre. Pero también lo puedes hacer en casa partiendo de jengibre fresco.
Comprar Jengibre
Recetas para usar este producto

Curry de Madrás

Mezcla Garam Masala

Biryani de verduras

Receta del jengibre encurtido

Pollo tikka masala

Curry básico

Korma

Seitán con setas shiitake

Preparar una mezcla tandoori

Kakuni - Panceta braseada con aroma a niboshi

Lentejas sambhar

Salsa teriyaki

Ramen de pollo

Té chai (I)

Curry verde tailandés (receta base)

Cuscús con pollo al aceite de argán

Tajín de cordero al aceite de argán

Mezcla Ras el Hanout

Sopa harira

Kofta al horno

Tangía de cordero

Té indio chai (y II)

Receta de la salsa para tempura

Curry de garbanzos (chana masala)

Pollo con setas shiitake estilo chino

Receta de cordero en tajín al horno

Seekh Kebab

Sosaties

Tarta de zanahoria (Carrot cake)

Samosas vegetarianas

Receta de curry versátil

Curry korma de pierna de cordero

Curry de cordero estilo madrás

Curry de muslos de pollo estilo Korma

Curry de langostinos en leche de coco

Pollo al comino (murgh jeera)

Pollo asado estilo indio

Brochetas marinadas de pollo con salsa satay

"Dumplings" con caldo "Xiaolongbao"

Sopa Tom Yum

Pollo frito coreano

Kimchi

Poke de salmón

Tacos Coreanos con Kimchi

Pain d'épices

Tiras de carne estilo Mongol

Carne picante estilo Sichuan

Teriyaki de salmón

Baozi

Jiaozi

Pasta de curry rojo tailandés

Fideos ramen con miso

Dal Vada

Especias y frutas en la cerveza

Ensalada de Kombu

Salteado chino de ternera y verduras

Mapo Tofu

Marinado para Bulgogi coreano

Falafels de calabaza

Butter Chicken (pollo en mantequilla)

Tallarines Chinos con marisco

Salsa picante de pimiento rojo y jengibre

Pollo agridulce

Saag Paneer con tofu

Curry fácil

Ternera Rendang Padang

Crema de calabaza Thai

Pollo Khao Soi

Brochetas de gamba vietnamitas Chao Tom

Shahi paneer

Bocadillo Banh mi vietnamita

Pollo tandoori indio

Curry de garbanzos

Tandoori masala (II)

Chana o Chole masala

Brocheta de queso paneer con salsa Sriracha

Alitas de pollo a la pimienta negra

Pollo con miel picante

Sopa de fideos con Sriracha

Salsa o marinado con gochujang

Rollitos de primavera chinos

Tajín pollo marroquí

Curry Malai de Langostinos

Fideos Yakisoba

Tsukune

Brocheta de gambas teriyaki

Palomitas de pollo taiwanesas

Pollo Laal

Chapli Kabab

Saté kambing

Tataki de salmón

Brocheta de cordero marroquí

Tallarines con ternera y brócoli

Shaomai

Nasi Ayam Penyet

Salsa Nitsuke

Principales especias de la India
