Hacer cerveza con un kit de ingredientes

Un kit de ingredientes para hacer cerveza consiste en un jarabe que se elabora a partir de una o varias maltas y lúpulos y de un sobrecito de levadura. Cada kit te permite elaborar una receta o tipo concreto de cerveza (una lager, una ale, una IPA, ...). Para hacer tu cerveza artesanal, sólo tienes que aportar agua y en muchos casos algo de azúcar y seguir ciertos pasos que detallamos más adelante. Cada kit de ingredientes se ha diseñado para fabricar una determinada cantidad de cerveza, normalmente entre 9 litros y 23 litros. El jarabe (extracto de malta lupulizado) se presenta en lata o en bolsa y siempre deben tener una levadura que va en un sobre independiente. 

Estas son unas instrucciones generales, válidas para la gran mayoría de kits de ingredientes para elaborar cerveza casera. Consulta siempre las instrucciones específicas del fabricante (en inglés en el kit y en español en la tienda Cocinista) por si hubiera alguna recomendación especial.

Comprobación inicial: Antes de empezar a hacer tu cerveza, asegúrate de que cuentas con todos los elementos fundamentales: kit de ingredientes y su levadura, fermentador con tapa y borboteador, termómetro, solución higienizante, botellas, chapas, chapador, azúcar si lo requiere el kit. Es importante también disponer de un lugar que tenga la temperatura adecuada para fermentar la cerveza, normalmente entre 17 y 23 ºC.

Desinfección: Preparamos un litro de solución higienizante disolviendo una cucharada de Oxi Pron en un litro de agua caliente. Con esa solución lavamos bien el fermentador, el borboteador, hacemos circular solución por el grifo. Desinfectamos también un plato donde vamos a posar un cucharón desinfectado así como nuestro termómetro si lo tenemos. 

Preparar el extracto: retiramos la bolsa de levadura y la reservamos. Sumergimos la lata en agua muy caliente en nuestro fregadero para ablandar el extracto y que fluya mejor. Si nuestro kit de ingredientes es una bolsa, omitimos este paso.

Disolver: En una cazuela grande llevamos 2 litros de agua casi a ebullición. Abrimos la lata o bolsa de extracto y vertemos su contenido en la cazuela. Si lo requiere el kit, añadimos también el azúcar de mesa o mejorador de cerveza requerido. Con el cucharón mezclamos bien para que se disuelvan completamente el extracto y el azúcar.  NOTA: Algunos de los kits de ingredientes que vienen en BOLSA llevan la levadura y a veces lúpulo seco en un doble compartimiento interior. Debemos retirarlos antes de verter el extracto de malta en la cazuela.

Al fermentador: Dejamos que nuestra mezcla se enfríe un poco y la pasamos a nuestro fermentador. Inmediatamente añadimos agua mineral (o del grifo si es de buena calidad) a nuestro fermentador hasta tener el volumen total que le corresponde a nuestro kit de ingredientes. Por ejemplo, si el kit es para hacer 23 litros de cerveza, añadimos agua hasta tener 23 litros en el fermentador. Mezclamos bien con el cucharón.

Levadura: Abrimos el sobre de levadura y la espolvoreamos sobre la superficie de nuestro mosto, asegurándonos de que no se forman grumos. Se puede remover suavemente con el cucharón, pero es opcional.

Gravedad Original: Si tenemos densímetro, sacamos una muestra de mosto en la probeta, medimos la gravedad específica (nuestra Gravedad Original GO) y la anotamos en un papel para recordarla más adelante. Si has desinfectado la probeta y el densímetro, puedes devolver el mosto al fermentador. Si no es el caso, descártalo. 

Fermentado: Cerramos la tapa haciendo presión sobre todo su perímetro y colocamos el borboteador. Lo llenamos hasta la mitad con líquido higienizante. Dejamos el fermentador en un lugar cálido tranquilo. Dependiendo de la temperatura, en cuestión de horas veremos actividad en el borboteador. Dejamos la cerveza fermentar el tiempo indicado por el fabricante, normalmente una semana, incluso si el borboteador deja de tener actividad. Hemos de asegurarnos de que el borboteador siempre tiene agua que impida la entrada de aire al fermentador. 

Dry hoping: Algunos kits llevan lúpulo deshidratado para hacer lo que se denomina un "dry hoping" que consiste en añadirlo al fermentador antes de completar la fermentación. Si tu kit es de este tipo, sigue las instrucciones del fabricante.

Gravedad Final: Si tienes densímetro, saca una muestra de cerveza quitando previamente el borboteador y mide la densidad final. Algunos fabricantes indican qué Gravedad Final GF debe tener la cerveza. Si ya las has alcanzado, ya puedes embotellar. Si no, es aconsejable esperar un poco. Otra forma de comprobar que la cerveza está fermentada es medir la gravedad dos días seguidos: si esta ya no varía es que la cerveza está completamente fermentada y se puede embotellar. Con la Gravedad Original y la Gravedad Final, se puede calcular el volumen de alcohol de la cerveza tal y como se explica en este artículo. 

Fermentador secundario: algunos fabricantes recomiendan trasvasar la cerveza a un segundo fermentador (fermentador secundario) durante otra semana. Este paso es opcional y el mayor beneficio que se obtiene de él es conseguir una cerveza más limpia, es decir, menos turbia.

Embotellado: Para el embotellado de la cerveza, debemos primeramente desinfectar las botellas y las chapas usando una solución higienizante como la que preparamos el primer día. Con las botellas bien limpias y escurridas, ya podemos trasvasar la cerveza usando preferentemente una válvula de llenado que reduzca la exposición de la cerveza al oxígeno. dejaremos unos 3 o 4 cm de espacio sin llenar. Con un embudo bien seco añadiremos dextrosa a la botella (si no tienes dextrosa puedes usar azúcar). La cantidad de azúcar depende del tamaño de la botella. Si tienes unas cucharas dosificadoras, úsalas. Si no, sigue esta regla: unos 2 gramos en cada botella de 33cl, unos 3 gramos en las de 50cl y unos 4,5 en las de 75 cl.

Chapar: Usando tu chapador, cierra todas las botellas con las chapas previamente desinfectadas y agítalas brevemente para disolver la dextrosa que acabas de añadir. 

Embarrilado: sigue el mismo proceso que hemos indicado para las botellas pero en este caso debes añadir unos 12 gramos de dextrosa o azúcar por barril. 

Carbonatación: Para que se complete la última fermentación en botella o en barril y la correspondiente carbonatación de la cerveza, debes dejar las botellas o barriles en un lugar cálido durante 3 o 4 días más. Si la cerveza no está bien fermentada o añades más azúcar de la establecida, las botellas o barriles pueden dañarse por la presión interna.

Maduración: Pasada una semana ya podremos meter una cerveza en la nevera y probarla. Pero estará más rica si tenemos un poco de paciencia y esperamos un mes para las cervezas rubias ligeras y un par de meses para cervezas más potentes.