Extracto de malta

El primer paso en la elaboración de una cerveza consiste en la extracción del almidón de la malta. Para el que quiera ahorrarse este paso, se comercializan extractos de malta que son básicamente un concentrado de almidones y azúcares extraídos de la malta. Se pueden presentar como jarabes muy espesos en lata o en forma de polvo en bolsa. Los críticos parecen desaconsejar el extracto en polvo pero sin embargo alaban la calidad del extracto de malta en forma de jarabe y el tiempo y trabajo que nos ahorra.

Hay que reconocer que el ahorro en tiempo y en esfuerzo son considerables. El extracto de malta nos ahorra tener que comprar y transportar literalmente varios kilos de malta ( muy voluminosa), tener que cocerla en cacerolas gigantes y luego escurrirla y prensarla.

El extracto húmedo de malta (Liquid Malt Extract en inglés y conocido con las siglas LME) es idéntico al extracto seco o en polvo (Dry Malt Extract o DME) al que se le ha añadido un 20% de su peso en de agua. 

Es decir que si una receta te pide que añadas 1 kilo de extracto seco de malta, si sólo tienes extracto húmedo, deberás añadir 1,2 kilos de este.

El extracto de malta, ya sea seco o líquido, es un gran aliado para los que gustan de hacer cerveza con kits de ingredientes. Muchos de ellos deben complementarse con azúcar, dextrosa o mejorador de cerveza, pero usar extracto es posiblemente una mejor alternativa.

Y terminamos diciendo que tener extracto de malta en casa puede serte de gran ayuda incluso si sólo elaboras cerveza todo grano. Los mejores aficionados lo tienen siempre a mano y lo usan para corregir una densidad original que se les queda corta, algo que suele ocurrir con bastante frecuencia por diversos motivos. En vez de corregir con azúcar, es mucho mejor hacerlo con extracto.