Frijoles refritos

Lavamos y ponemos los frijoles a remojo la noche anterior.

A la mañana siguiente los colocamos en una olla junto a una de las cebollas y un a pizca de sal cortada en trozos grandes y añadimos agua hasta que queden cubiertos. Cocemos a fuego medio durante unas dos horas y media o hasta que los frijoles estén muy tiernos. SI durante la cocción se quedasen cortos de agua, añadir un poco más a la olla, preferentemente caliente.

Cuando los frijoles estén tiernos, apagamos el fuego y reservamos. 

Calentamos otra cazuela a fuego medio añadiendo el aceite y la segunda cebolla, esta muy bien picada. Cuando la cebolla esté transparente, añadimos los frijoles pasándolos por un pasa purés*. Salteamos el conjunto de cebolla y puré de frijoles durante unos minutos, añadiendo sal para darle el punto y si lo deseamos las hierbas. Queremos conseguir un puré con buen consistencia pero que no sea excesivamente espeso. Eso quiere decir que puede que necesites añadir un poco de agua al final del salteado.

*El uso del pasapurés ofrece resultados más finos, pero muchas recetas tradicionales simplemente usan la cuchara de madera para ir rompiendo los frijoles durante el salteado.  El resultado es algo más basto pero igualmente rico.

Servir los frijoles salteados en un cuenco, decorados con un poco de queso rallado por ejemplo o unas hojas de cilantro.