Pan chino Mantou

En un tazón pequeño, mezcla la levadura seca activa con el agua tibia y una cucharada de azúcar. Deja reposar durante unos 5-10 minutos hasta que la mezcla esté espumosa.

 

En un cuenco grande, tamiza la harina y agrega la pizca de sal. Haz un hueco en el centro de la harina y vierte la mezcla de levadura, la leche, el aceite vegetal y la otra cucharada de azúcar. Mezcla todo con una cuchara de madera o con las manos hasta que se forme una masa.

 

Traslada la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 10-15 minutos hasta que la masa esté suave y elástica. Si la masa está demasiado pegajosa, agrega un poco más de harina, pero hazlo de a poco para no secar la masa. Coloca la masa de vuelta a tu cuenco previamente aceitado para que no se pegue y cúbrelo con un paño húmedo o con plástico de cocina.  Deja fermentar en un lugar cálido durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.

 

Después de que la masa haya subido, golpéala ligeramente para quitar el aire. Divide la masa en porciones iguales (aproximadamente del tamaño de una pelota de golf). Forma bolas lisas con cada porción, o dales la forma tradicional cilíndrica.

 

Coloca las bolas de masa en tu vaporera dejando especio entre ellos, usando papel para que no se peguen durante la cocción. Deja que los mantou fermenten nuevamente durante unos 20-30 minutos.

 

Llena un wok de agua, llévala a ebullición y coloca encima la vaporera tapada.  

 

Una vez cocidos, retira los mantou de la vaporera y déjalos enfriar ligeramente antes de servir.