Copos de avena
La avena añadida al mosto de una cerveza aporta espesantes naturales que modifican notablemente la sensación en boca de la cerveza obtenida. Añadiendo pequeñas cantidades de avena, se obtienen cervezas de gran cuerpo, muy "sedosas".
Para conseguir rendimientos altos y consistentes, es aconsejable utilizar avena en copos. En este formato, el endosperma del grano está ya al descubierto lo que hace que pueda usarse directamente sin necesidad de molturar. Se añade directamente desde el primer momento del macerado y no requiere temperaturas inusuales para conseguir buenas extracciones.
¿La cantidad? Obviamente depende de los gustos. Si buscamos una IPA o una Stout realmente "densa" se pueden añadir avena en copos en una proporción del 25% y hasta del 35% de las maltas totales. Estas proporciones no son inusuales, sobre todo en el caso de algunas recetas clásicas como las Oatmeal Stouts. Normalmente empezaremos a notar de forma clara la presencia de la avena a partir de proporciones del 15% del total de malta.
La avena tiene además otros efectos beneficiosos en el desarrollo de la fermentación. Además de liberar azúcares fermentables, aporta al mosto ácidos grasos que favorecen el desarrollo y la actividad de la levadura. Se consiguen por lo tanto fermentaciones más completas y continuas. Este buen comportamiento de la levadura reduce también el riesgo de aparición de sabores desagradables en especial los derivados de la aparición de dióxido de azufre o los de una excesiva concentración de acetaldehídos.
Finalmente, y como es esperable, el añadido de avena en nuestra receta dará lugar a espumas más estables y espesas. No es el aditivo más potente para conseguir este efecto (como podría ser la lecitina) pero si nos gusta una cerveza con una buena espuma, es sin duda un beneficio colateral de usar avena.
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Recetas para usar este producto

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Amarillo Pale Ale

Blue Moon (clon)

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