Termopozo
Un termopozo es simplemente un cilindro fabricado normalmente en acero inoxidable, ciego en uno de sus extremos y con un sistema de rosca y junta en el otro. Para usarlo en un recipiente determinado es necesario hacer un agujero primero y en él enroscaremos el termopozo con su parte larga en el interior del recipiente. Se debe hacer el agujero en una altura del recipiente que vaya a estar siempre cubierta por el líquido cuya temperatura queremos medir.
Una vez colocado el termopozo ya podremos insertar en él una sonda de termómetro, ya sea digital o analógico. En poco tiempo podremos medir con mucha precisión la temperatura del líquido.
El termopozo ofrece por tanto las ventajas de la fiabilidad de la lectura de temperatura y el hecho de poder medirla sin tener necesidad de abrir el recipiente reduciendo así riesgos de contaminación.