Sidra

Para la elaboración de sidra se necesitarán evidentemente manzanas, pero un detalle a tener en cuenta es que se necesitarán alrededor de 4-5 veces más el volumen de manzanas recolectadas en comparación con el volumen de jugo de manzana que vamos a convertir en sidra.

Una vez dispongamos de las manzanas, vamos a necesitar prensar las manzanas para para sacar el jugo, primeramente romperemos las manzanas y posteriormente se presionan con la prensa.

Si las manzanas que hemos recolectado se nos hubieran puesto algo “marrones” u “oxidadas” se podría añadir metabisulfito de sodio, que le ayudará a evitar mohos, levaduras o bacterias indeseadas. Si se utiliza el matabisulfito de sodio, hay que tener presente que no se puede agregar la levadura al jugo de manzana, hasta pasado al menos 24 horas, ya que el metabisulfito podría “matar “ nuestra levadura.

Cualquier levadura para vino o cerveza podría servirle, pero la levadura especialmente pensada para sidras es sin duda la mejor elección. Esta se añade directamente al jugo, pero recuerde que si ha utilizado metabisulfito deberá dejar al menos 24 horas antes de agregar la levadura.

La levadura comenzará a actuar rápidamente, usando el oxígeno de su jugo de manzana para reproducirse y comenzará a convertir los azúcares naturales de la manzana en alcohol.

Después de aproximadamente 1 semana la levadura habrá concluido con el proceso de haber convertido todos los azúcares en alcohol.

En este punto del proceso se puede comprobar si nuestras manzanas estaban debidamente maduras o si estaban agrias. Esto podría hacer que el jugo resultante fuera de sabor muy fuerte. Estos sabores puede reducirse añadiendo carbonato de calcio para conseguir reducir la acidez. El carbonato de calcio hay que añadirlo de poco a poco ya que al contacto con un entorno ácido se crean reacciones y pudiera haber desbordamientos de nuestro jugo fuera del fermentador.

 Pasadas unas semanas nuestra sidra se empezará a aclarar a medida que la levadura se asienta y es entonces cuando estará lista para ser embotellada, y si no se ve completamente clara, este proceso en la botella ira ocurriendo.

La carbonatación será, por cada botella de tamaño de vino se agregará media cucharadita de azúcar, esto reiniciará la fermentación, pero al estar produciéndose en una botella cerrada, el dióxido de carbono liberado se disuelve en la sidra creando presión dentro de la botella.

Se debe embotellar en botellas que aguanten la presión, como por ejemplo en botellas de vinos espumosos.

Después de embotellar, durante los 3-5 primeros días, deberás mantener las botellas en un lugar cálido, para “ayudar” a la levadura a fermentar el azúcar, y conseguir una sidra “gaseosa”. Después se pueden mantener las botellas en un lugar frío durante aproximadamente 2 semanas.