Totopos

El nombre "totopo" proviene del náhuatl "tlaxcaltotopochtl", que básicamente significa "tortilla ruidosa al comerla", reflejando su característica textura crujiente. Tradicionalmente, los totopos se hacen a mano, cortando tortillas de maíz en triángulos y luego friendo o tostando estos trozos hasta que estén crujientes.

La preparación de totopos comienza con la masa de maíz, conocida como masa harina, que también se utiliza para hacer tortillas. La masa se prensa en tortillas delgadas, se cocina ligeramente en un comal (plancha de cocina), y luego se corta en formas triangulares o cuadradas antes de freír en aceite caliente. Una vez dorados y crujientes, se escurren y se sazonan ligeramente con sal. Aunque este es el método tradicional, hoy en día también se hornean para una versión más saludable.

Los totopos son increíblemente versátiles en la cocina mexicana. Sirven como una base crujiente para los nachos, cubiertos con queso derretido, frijoles refritos, jalapeños, y a veces carne. También son esenciales para preparar chilaquiles, un desayuno popular donde los totopos se bañan en salsa roja o verde y se complementan con huevo, queso, crema y cebolla. Además, los totopos son el acompañamiento perfecto para dips como el guacamole, la salsa de tomate y otras salsas regionales.

En España es habitual referirnos a ellos como "nachos", pero eso para un mexicano (o para un americano) no sería correcto dado que para ellos los nachos son una receta que combina totopos con salsas o quesos fundidos varios.