Anko

Lava los frijoles azuki en un colador bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad o impureza. Coloca los frijoles en un bol grande y cúbrelos con agua fría. Déjalos en remojo durante al menos 8 horas o durante la noche. Esto ayuda a ablandar los frijoles y reduce el tiempo de cocción.

 

Escurre los frijoles remojados y transfiérelos a una olla grande. Cubre los frijoles con agua limpia, aproximadamente 5 cm por encima del nivel de los frijoles. Lleva los frijoles a ebullición a fuego alto. Una vez que hiervan, reduce el fuego a medio-bajo y cocina los frijoles a fuego lento durante 1-2 horas, o hasta que estén muy tiernos y se deshagan fácilmente al presionarlos entre los dedos.

Durante la cocción, es posible que necesites añadir más agua para asegurarte de que los frijoles estén siempre cubiertos.

 

Una vez que los frijoles estén cocidos, escúrrelos bien y transfiérelos a una olla limpia. Añade el azúcar a los frijoles cocidos y mezcla bien. Cocina los frijoles y el azúcar a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente para evitar que se peguen. La mezcla comenzará a espesarse y se volverá suave y homogénea. Si lo deseas, puedes añadir una pizca de sal para realzar el sabor.

 

Una vez que el anko haya alcanzado la consistencia deseada (similar a la de la mermelada), retíralo del fuego y déjalo enfriar completamente antes de usarlo.

El anko se puede almacenar en un recipiente hermético en el refrigerador durante varios días, o incluso congelarlo para usarlo más tarde.