Deshidratador

Un deshidratador es una máquina eléctrica que sirve para deshidratar alimentos, ya sean frutas, verduras o carnes. El proceso que utiliza es sencillo pero eficaz: realiza la deshidratación haciendo circular aire de forma suave pero constante alrededor del alimento. Algunos deshidratadores calientan ligeramente el aire para acelerar el proceso que dura normalmente varias horas o incluso días.

La clave de un buen proceso de deshidratado es que sea lento y constante. Demasiado calor y estaremos cocinando el alimento, algo que no deseamos hacer. Si al revés, vamos demasiado despacio se nos podrá echar a perder (pudrir) el alimento en cuestión.

Una de las ventajas de los deshidratadores es que os permiten conservar durante mucho tiempo un alimento que por las razones que sean tenemos en cantidad y no podemos consumir fresco. Si de repente nos encontramos con un montón de tomates de nuestra huerta y ya estamos hartos de comer ensaladas o de hacer tomate frito, podemos deshidratarlos y consumirlos semanas o meses más tarde.

Pero posiblemente la razón más importante para usar un deshidratador es el cambio de sabor que se produce en el alimento. Los que hayáis probado un tomate deshidratado sabéis a qué me refiero. Lo mismo ocurre con la fruta o con una carne que deshidratemos: estaremos consiguiendo un producto de sabor y textura distintos y muy rico.

La lista de productos que se pueden deshidratar es muy larga pero por daros algunas ideas:

Cebolla, champiñones, tomate, pimiento, zanahoria, manzana, plátano, fresa, melocotón, y también tiras de carne de vacuno saladas.

Para los que vivan en zonas soleadas y cálidas decir que también se puede deshidratar alimentos al sol, cubriéndolos con una tela de quesero para evitar que se posen sobre la comida insectos. Obviamente el tiempo de secado es mucho mayor lo que incrementa el riesgo de aparición de mohos o de putrefacción, pero a cambio, si nos sale bien, estaremos ahorrando energía.

Es también posible deshidratar con nuestro horno, siempre que este permita programar temperaturas no superiores a 45º, algo que no permiten muchos hornos.