¿Cómo hacer el rebozado perfecto?

Si los filetes de pollo son muy gruesos, puedes aplanarlos ligeramente con un mazo de carne para que tengan un grosor uniforme. 

Sazona los filetes de pollo con sal y pimienta al gusto.

Montar la estación de empanado: Necesitarás tres platos hondos. En el primero, coloca la harina de trigo. En el segundo, los huevos batidos. En el tercero, el pan rallado o panko.

Usando un tenedor o tus manos bien limpias, primero pasa el filete de pollo por la harina, asegurándote de cubrirlo completamente. Luego, sumérgelo en el huevo batido, y finalmente, revuélcalo en el pan rallado o panko. Presiona ligeramente con el tenedor o con la mano para que el empanado se adhiera bien. Si quieres un rebozado EXTRA grueso, puedes repetir los dos últimos pasos (huevo y panko otra vez).

Refrigerar: Si tienes tiempo, coloca los filetes empanados en el refrigerador durante unos 30 minutos. Esto ayuda a que el empanado se asiente y se adhiera mejor al pollo.

Freír el pollo: Calienta una buena cantidad de aceite en una sartén a fuego medio-alto. El aceite debe estar a una temperatura cercana a los 170ºC, suficientemente caliente para que al añadir un pedazo de pan, este comience a freír inmediatamente. Fríe los filetes de pollo hasta que estén dorados y crujientes, aproximadamente 3-4 minutos por cada lado, dependiendo del grosor. No añadas demasiados filetes de golpe, dado que eso va a enfriar el aceite y arruinará la fritura. Ten paciencia y es mejor ir poco a poco.

Escurrir el exceso de aceite: Una vez fritos, coloca los filetes en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.