Elaboración de pan básico

Elaboración de pan básico

El pan es un alimento ancestral que ha tenido y tiene un papel fundamental en la dieta diaria de muchas culturas. Y es que además de su indiscutible valor nutritivo, el pan puede ser simplemente un alimento delicioso. Su elaboración, aparentemente sencilla, está llena de pequeños misterios que lo hacen casi mágico. En su versión más simple, el pan no es sino una mezcla de harina, agua, sal y levadura cocidos en un horno. Y sin necesidad de salirnos de esta lista de ingredientes básicos, es maravilloso ver cómo se pueden hacer una infinidad de tipos de panes con sabores y texturas distintos simplemente jugando con las calidades de los ingredientes, los tiempos, las temperaturas y sobre todo con la relación agua/harina. Empecemos pues por analizar los ingredientes básicos del pan. La harina: para hacer pan necesitaremos los que técnicamente se denomina como harina panificable, es decir una harina que contenga un mínimo de un 8% de gluten algo que se encuentra en la harina de trigo y de espelta. Otras harinas, con bajo o sin contenido en gluten, como las de alforfón, maíz, centeno, pueden incorporarse a nuestra receta, pero siempre mezcladas con harina de trigo o de espelta. El gluten le da elasticidad a la masa y le es responsable de que la masa suba y sea esponjosa. El gas que se genera por la fermentación queda atrapado en "burbujas" de masa, flexibles gracias al gluten, que se hinchan con la cocción hasta quedar cocinadas por el calor del horno memento en el que mantienen su forma y tamaño. En estas burbujas también se alberga vapor de agua por lo que el gluten también es responsable de la frescura y humedad del pan. Por lo tanto, a más cantidad de gluten conseguiremos panes que suben más, más esponjosos y flexibles, y más jugosos. Por ello es importante entender bien los distintos tipos de harina que podemos utilizar. Harinas de trigo normales: en ausencia de ninguna otra indicación, la harina que compramos en el supermercado es harina relativamente débil (aprox 8% de gluten) y sirve para rebozados, espesado de salsas, repostería y eventualmente también para hacer pan, pero hemos de ser conscientes de que no subirá tanto como podamos desear ni tendrá el aspecto de un pan de panadería. Harina de fuerza: tiene un contenido en gluten alrededor del 12% o superior y es claramente la harina más adecuada para hacer pan. Suele tratarse de harina de trigo duro, un trigo de secano de grano pequeño pero rico en gluten. Su mayor inconveniente es su precio que es algo más elevado que el de la harina convencional, pero claramente vale la pena pagarlo si queremos obtener los mejores resultados haciendo pan. El gluten: pongo el gluten como ingrediente separado porque si lo deseamos es posible adquirir gluten puro para añadirlo a la masa. Si queremos panes muy flexibles y esponjosos, como el pan de molde por ejemplo, es aconsejable añadir gluten para mejorar los resultados. En Cocinista pondremos recetas de pan en las que se añade gluten. Pero como norma general añadir una cantidad de gluten equivalente a entre un 1% y un 3% del peso total de harina hará que nuestro pan mejore sus consistencia. Amasado: el amasado no es un ingrediente, pero le doy su espacio propio para llamar la atención sobre su importancia. El trabajo mecánico del amasado hace que se forme estructuras elásticas de gluten que favorecen el desarrollo de una buena textura del pan. Por eso es importante respetar bien los tiempos de amasado durante los cuales deberemos trabajar la masa con firmeza. La levadura de panadero: se la llama así para diferenciarla de algunas levaduras reposteras que no son más que gasificantes (mezcla de un ácido y una base que desprenden gas al mezclarse con agua.). Por ser claros, la levadura Royal es un gasificante y no sirve para hacer pan. No quiere decir que con Royal no vayamos a conseguir que nuestra masa suba pero nos perderemos el otro gran aporte de la levadura de panadero que es el sabor. Como veremos, la masa de pan debe reposarse antes de cocerse y durante ese tiempo la levadura desencadenará un proceso de fermentación durante el cual parte de los almidones de la harina se transforman en alcohol, dióxido de carbono y otros compuestos, afectando al sabor final de nuestro pan. La levadura de panadero está compuesta por hongos, normalmente el Saccharomyces cerevisiae, que es curiosamente el mismo que se usa para la fermentación de la cerveza y de algunos vinos. Al tratarse de organismos vivos, hemos de tener cuidado con el entorno en el que pretendemos que se desarrollen y trabajen. Una temperatura tibia (entre 24 y 28 grados) favorece la fermentación, temperaturas mayores de 35 grados pueden matarlo. La sal es también un inhibidor de la fermentación y por eso es importante añadirla en el momento y en las cantidades que se indican en la receta. La levadura de panadero se vende fresca en la sección de refrigerados en forma de cubos envueltos. Si le quitamos en envoltorio se deshará con una simple presión de nuestros dedos, algo que debemos hacer antes de mezclarla con la harina. También se puede adquirir levadura liofilizada (en polvo), que es posiblemente la más cómoda dado que no requiere refrigeración. La levadura granulada volverá a la vida al entrar en contacto con un medio húmedo mezclada con harina a una temperatura adecuada. No se debe confundir la levadura de panadero con la levadura química (la Royal ) que sirve para hacer bizcochos pero no pan. Otros ingredientes: además de la harina, la levadura, el agua y la sal, es posible añadir otros ingredientes al pan para conseguir sabores y también texturas diferentes. Se puede poner un poco de azúcar para resaltar el aroma de la harina sin que el pan llegue a ser dulce. Podemos añadir materias grasas como aceites o mantequilla para hacer que el pan esté más esponjoso y jugoso a la vez que se le da sabor. Se puede añadir huevo con resultados similares, además de dar un color amarillo. También se puede añadir leche o leche en polvo para conseguir una miga compacta pero jugosa a la vez. Se pueden añadir frutos secos (por ejemplo nueces) o frutas deshidratadas (por ejemplo higos secos) para aportar pequeños elementos sorpresa muy sabrosos a nuestro pan. Finalmente, podremos añadir especias varias para darle a nuestro pan una personalidad completamente distinta. Masas prefermentadas o masa madre: otro de los ingredientes que puede llevar un pan el una masa prefermentada que se hacen simplemente con harina, agua y levadura. Aunque se hagan con los ingredientes base del pan, técnicamente podemos considerar que se trata de otro ingrediente dado que tiene un proceso de elaboración separado y su presencia en la receta final va a dar un sabor característico. Las masas prefermentadas se suelen preparar con la misma consistencia que una masa ya lista para hacer pan. En este caso, se debe dejar fermentar la masa unas 24 horas. Poolish: Si queremos acelerar este proceso, se puede incrementar la proporción de agua y hacer lo que se denomina un poolish que en 4 horas estará ya listo para ser utilizado. Elaborado normalmente con el mismo número de mililitros de agua que de miligramos de harina además de la levadura (por ejemplo 250 ml de agua con 250 mg de harina), su consistencia es casi líquida y rápidamente veremos que se llena de burbujas por la acción de la levadura. Más abajo explicaremos cómo hacer un tipo de masa prefermentada convencional y un poolish y también cómo usarlas para hacer un pan. Masa madre agria: esta masa consiste simplemente en harina y agua mezcladas y sometidos a un paciente proceso de contaminación para capturar los microrganismos de la levadura, presentes de forma natural en el aire. Es un proceso largo pero que nos evita tener que adquirir levadura, aunque mi consejo es que si nos lo podemos permitir recurramos a ella por el enorme trabajo que nos ahorra. Algunos panaderos también llaman masa madre a una porción de masa que separamos antes de cocinar el pan (y antes de añadir la sal) para que nos sirva para el día siguiente. Esa bola de masa se mezcla con más harina y agua y se deja fermentar durante unas horas. Luego, se puede guardar en la nevera. Al día siguiente, volvemos a añadir agua y harina, dejamos que fermente y con una parte elaboramos pan y volvemos a separar otra parte para el día siguiente.
Dificultad Dificultad
Alta

Elaboración de pan básico: ¿Cómo se elabora?
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Pan básico en el horno:

Empezaremos por la receta más sencilla de pan. Para ello, si usamos levadura fresca, la disolveremos en un vaso con un poco del agua que requiere la receta. En un cuenco, añadimos la harina y la sal y las mezclamos. Añadimos agua poco a poco y mezclamos (con la mano o con un tenedor) para que se vaya incorporando. Añadimos la levadura disuelta en el vaso (o la levadura granulada) y amasamos hasta que nos quede una masa homogénea y que no debe pegarse a nuestros dedos. La ponemos en el cuenco y tapamos con un paño húmedo. Dejamos fermentar durante 3 o 4 horas en un lugar de la casa tibio. Durante este tiempo la masa casi duplicará su volumen.
Pasado este tiempo, sacamos la masa del cuenco y la volvemos a amasar unos 5 minutos. Con el trabajo perderá parte del volumen que ha ganado pero no tiene importancia. Volvemos a hacer una bola con la masa, la volvemos a cubrir con un paño y la dejamos reposar y fermentar otras 2 horas.
Horneado: Precalentamos un horno a 180 grados. Le damos a la masa la forma que queramos que tenga nuestro pan, lo ponemos sobre un una superficie de horno, si puede ser antiadherente y le hacemos los cortes típicos de las barras con un cuchillo bien afilado. Metemos en el horno y horneamos 50 minutos. No abrir nunca el horno durante este tiempo para evitar que se enfríe su interior y se "baje" nuestro pan. Pasado ese tiempo sacamos el pan del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Si te saliera una corteza de pan demasiado seca y dura, es que tu horno pierde demasiada humedad. Se puede contrarrestar este efecto metiendo durante la cocción en el horno un cuenco resistente al calor con agua dentro. Cuidado que el agua romperá a hervir y puede desbordarse por lo que el cuenco debe ser lo bastante grande.


Pan básico en máquina de pan (panificadora):

meter todos los ingredientes en la cubeta en el mismo orden en el que salen en el listado. Arrancar el programa de pan básico (mirar manual) y esperar a que termine. Retirar el pan en cuanto acabe y dejar enfriar una hora sobre una rejilla.


Pan básico a partir de masa prefermentada:
Preparamos la masa prefermentada el día anterior mezclando todos los ingredientes de la misma hasta hacer una bola que no se pegue. Se deja reposar a temperatura ambiente entre 1 o 2 horas y luego se conserva en la nevera hasta el día siguiente en un cuenco tapado con papel de plástico.
Al día siguiente, sacamos la bola de masa de la nevera un par de horas antes de preparar el pan. Luego la mezclamos con los otros ingredientes que faltan (harina, agua, sal) y amasamos durante 5 minutos. Cubrimos con un paño y dejamos subir durante al menos una hora. Pasado este tiempo, volvemos a amasar otros 4 minutos. Luego, seguiremos el proceso de horneado del pan básico descrito arriba. Antes de hacer esto, si queremos podremos también retirar una bola de masa de unos 200 gramos para meterla en la nevera y usarla como masa prefermentada para el día siguiente para hacer más pan. En caso de quitar este trozo de masa, el pan que horneemos hoy será más pequeño por lo que tendremos acortar el tiempo de horno unos 5 minutos.

 

Pan básico a partir de poolish:
Preparamos el poolish mezclando los ingredientes correspondientes en un cuenco con la ayuda de un batidor de mano. Dejamos reposar y fermentar 4 horas. Saldrán muchas burbujas en la superficie del poolish. Pasado este tiempo, añadimos el resto de ingredientes, amasamos bien sobre la mesa durante 7 minutos. Dejamos reposar cubierto con un paño una o dos horas. Volvemos a amasar 4 minutos y seguimos a partir de aquí las instrucciones de horneado del pan básico.

Ingredientes para Elaboración de pan básico
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Pan básico:
320 ml de agua tibia
1/2 cucharada de postre de sal
500 g de harina de fuerza
20 g de levadura fresca o 2 cucharadas de postre de levadura granulada


Pan básico a partir de masa prefermentada:
Para la masa prefermentada:
120 ml de agua tibia
200 g de harina de fuerza
1 cucharada de postre de levadura en polvo o 10 gramos de levadura fresca

Para el resto de la receta:
200 ml de agua
300 g de harina de fuerza
3 cucharadas de café  de sal


Pan básico a partir de un poolish:
Para el poolish:
200 g de harina de fuerza 
200 ml de agua tibia
1 cucharada de café de levadura en polvo o 10 gramos de levadura fresca
Para el resto de la receta:
300 g de harina de fuerza
120 ml de agua
3 cucharadas de café de sal

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