Sulfato de calcio (gypsum)
El sulfato de calcio es más conocido como yeso. Este mineral, cocido a altas temperaturas permite hacer el yeso que se usa en la construcción para hacer escayola y similares.
Pero en su estado natural, el sulfato de calcio disuelto en agua tiene como efecto el endurecimiento de la misma, es decir que se incrementa su contenido en minerales, en concreto calcio. Este efecto tiene una gran utilidad cuando vamos a elaborar cerveza. La abundancia de iones de calcio reaccionan con los fosfatos de la malta acidificándola, es decir reduciendo el pH del mosto. Se usa por lo tanto cuando el agua de nuestro grifo es demasiado alcalina (o simplemente más alcalina que el agua que usa un tipo particular de cerveza). El cloruro de calcio juega además un pale protegiendo la cerveza de posibles infecciones.
El sulfato de calcio (que los ingleses llaman gypsum) tiene además la cualidad de potenciar el sabor de los lúpulos. Cuando se usa en la elaboración de la cerveza suele añadirse al principio de la cocción. Puede usarse en cantidades de 5 a 10g por cada 20 litros de cerveza para potenciar el sabor de los lúpulos. Se triplicará esa cantidad si realmente tenemos un agua muy alcalina.