Matraz
Utilizado principalmente para activar y propagar la levadura antes de empezar la fermentación, lo que los sajones llaman un "starter", el matraz es el recipiente más adecuado por varias de sus características.
Fabricado normalmente en borosilicato, son muy resistentes a golpes, toleran temperaturas extremas (frío y calor) y tienen también una alta tolerancia química, además de ser perfectamente transparentes. Su forma de cono invertido evita desbordamientos inesperados si pones tu agitador magnético a demasiada velocidad. Y su boca estrecha es fácil de cubrir con, por ejemplo, papel de aluminio o un tapón de silicona, para evitar contaminaciones.
Como ya hemos dicho, hacen muy buen pareja con los agitadores magnéticos al tener una base fina que permite que el imán sea arrastrado eficazmente por la base agitadora.
Dicho esto, en el mercado hay distintos tamaños de matraces, graduados y sin graduar. Elige el que te convenga en función de tus necesidades. Si lo cuidas un poco te durará toda la vida.