Ahumador

Para conseguir esto son extremadamente prácticas las pipas de ahumar. Son muy pequeñas y muy sencillas de usar. Consumen serrín de madera produciendo una cantidad pequeña de humo que podremos conducir fácilmente dentro de un contenedor donde esté el alimento evitando así ahumar toda la casa. Un ventilador interno que alimenta una pila mueve el aire absorbiéndolo desde el quemador de la pipa haciéndolo salir por una boquilla. Como es el caso para casi todas las técnicas de ahumado, la madera, en este caso serrín, debe ser humedecida. Se coloca sobre el quemador como si fuera una pipa. Metemos el alimento que queremos ahumar en un recipiente que cierre herméticamente, como una campana de ahumado o también una bolsa ziploc. Conectamos la boquilla de salida de la pipa al contenedor, encendemos el motor eléctrico y prendemos el serrín con un encendedor. Por la acción del aire forzado por el motor, el serrín se pone rápidamente al rojo produciéndose humo que se irá introduciendo en el contenedor donde está el alimento. Podemos dejar la pipa funcionar unos segundos, parar y dejar el contenedor bien cerrado para que el alimento se vaya impregnando del aroma. Dependiendo de la intensidad de sabor a ahumado que queramos, repetiremos la operación tantas veces como queramos. Normalmente con 2 o 3 aplicaciones, sobre todo si las piezas de comida no son muy grandes, conseguiremos un delicioso sabor ahumado. Podemos adquirir en el mercado distintos tipos de serrín procedentes de distintas maderas, cada una con su aroma propio. No son caros, por lo que vale la pena experimentar y probar varios.