Fruta liofilizada
La liofilización es un proceso que permite extraer toda la humedad de un alimento, preservando al máximo su sabor. Consiste en congelar el alimento a muy baja temperatura (temperaturas inferiores a 50 grados bajo cero) y una vez en ese estado, se baja bruscamente la presión y se suministra calor, consiguiendo la sublimación del agua, es decir, paso de hielo a vapor, sin pasar por estado líquido. La fruta conserva una apariencia parecida a su estado natural, pero está completamente libre de agua, es decir que es ligera y crujiente.
La liofilización conserva y alarga la vida del alimento dado que en ausencia de agua no pueden proliferar microorganismos. A cambio, es fundamental mantener el producto liofilizado en un entorno estanco, preferentemente al vacío para evitar la rehidratación.
Es posible liofilizar vitalmente cualquier vegetal, desde café, verduras o frutas con la fresa, el plátano, la frambuesa, la piña, el higo, la manzana, etc...