Tamales de carne de morcillo

Cocemos el morcillo en agua con una pizca de sal entre una y dos horas hasta que esté bien tierno. Cuando está hecho, lo desmigamos completamente y reservamos.
Pondremos las hojas de mazorca de maíz a remojar en agua caliente al menos una hora antes de tener que manipularlas para asegurarnos de que estén bien flexibles.
En un cuenco (o batidora de amasar si tenemos) ponemos la manteca y la batimos hasta que quede bien derretida y adquiera un poco de volumen. Añadimos el caldo de pollo y la levadura y volvemos a mezclar. Luego vamos incorporando la harina de maíz hasta conseguir una masa consistente como la masa del pan antes de cocerlo. Si el caldo de pollo no fuera muy sabroso, añadir un poco de sal.
Cortamos la cebolla y el pimiento en juliana. En una sartén ponemos un chorrito de aceite vegetal y cuando esté caliente añadimos las especias y dejamos freír durante un minuto. Luego incorporamos la cebolla y el pimiento. Sofreímos hasta que la cebolla se vuelve transparente y blanda. En ese momento añadimos la carne desmigada y rehogamos un minuto más para que quede todo bien mezclado.
Sacamos las hojas de mazorca de maíz y escurrimos y secamos bien. Cortamos las hojas en cuadrados de unos 25 cm de lado. Sacamos también tiras estrechas de hoja lo más largas posibles que luego nos servirán para atar los tamales y que no se nos abran.
Con una mano cogemos una hoja y en su centro ponemos una base de masa de un centímetro de espesor y de una superficie cuadrada de unos 8x8 centímetros. Sobre esa masa añadimos una cucharada generosa de carne desmigada. Luego doblamos la hoja de forma que la masa acabe rodeando la carne y lo cerramos haciendo un envoltorio. Doblamos los extremos abiertos de la hoja sobre sí mismos para hacer un paquetito que aseguraremos atando una tira de hoja y evitar así que se abra.
Una vez hechos todos los tamales de esta manera, se cocinan al vapor durante una hora. Una vez hechos, la hoja de mazorca debería separarse fácilmente de la masa.
Ya estarán listos para servir y a los novatos en esto de los tamales, decidles rápidamente que las hojas de mazorca de plátano no se comen: sólo se come lo que hay dentro de ellas.