Higrómetro
Los quesos maduran bien en una cava fresca y que tenga un humedad bien controlada. Aunque evidentemente esto puede variar de un tipo de queso, digamos que una cava ideal para el madurado del queso estaría a unos 12 grados de temperatura y contaría con una humedad relativa de un 70%.
Si maduramos el queso en un lugar demasiado húmedo, es altamente probable que aparezcan los tan temidos y odiados mohos. Si en cambio el lugar es demasiado seco, la piel del queso se va resquebrajar y si lo dejamos más tiempo, se secará todo el queso quedándose como una piedra.
Para poder medir la humedad relativa de mi cava de madurado es necesario contar con un higrómetro (no confundir con un hidrómetro que sirve para medir la densidad de un líquido). Ya sea un higrómetro analógico o digital, se trata de aparatos relativamente económicos y fáciles de usar y de leer. Muchos cuentan además con termómetro, con lo que matamos dos pájaros de un tiro. Algunos de los modelos electrónicos tienen un sistema de sonda unida por cable a la unidad central. Eso permite medir la humedad de un lugar cerrado, estando la pantalla en el exterior para su fácil lectura.