Termómetro adhesivo

Estos termómetros funcionan gracias a una serie de indicadores líquidos cristalinos o sustancias químicas sensibles al calor que cambian de color al alcanzar ciertas temperaturas. Las tiras suelen presentar una gama de temperaturas, permitiendo una lectura aproximada de la temperatura actual.

Estos termómetros tienen muchas ventajas. No requieren energía eléctrica ni baterías para funcionar, lo que los hace extremadamente fáciles de instalar y mantener. Dado que se colocan en el exterior del contenedor, no contaminan ni interfieren con el contenido, lo que es crucial en aplicaciones como la elaboración de cerveza casera. Son una opción económica comparada con termómetros digitales o de mercurio, especialmente cuando se necesitan mediciones básicas de la temperatura. Adecuados para una amplia gama de temperaturas, se pueden utilizar en diversos entornos, desde laboratorios hasta cocinas y más allá.

Su principal inconveniente es que la medición que ofrecen es aproximada y por lo tanto no sirven si se necesitan mediciones muy precisas. Y al colocarse en la parte exterior de un contendor o fermentador, la temperatura medida no tiene porqué ser exactamente la del líquido que contiene. Finalmente, hay que decir que no son eternos y que con el tiempo pueden acabar deteriorándose. 

El uso de estos termómetros es muy sencillo y basta con leer la temperatura de la escala que tiene un color diferente. Algunos, como el de la foto, puede ofrecer tres colores, siendo el del medio el que representa en teoría la temperatura medida. 

Los usos que se le dan a estos termómetros en la elaboración de cerveza es la de conocer la temperatura de nuestro mosto para saber si estamos o no en el rango de trabajo de la levadura. Demasiado frío y no trabajará. Demasiado caliente y la podemos matar. Dado que este rango de trabajo es bastante amplio, una lectura aproximada de la temperatura real del mosto es más que suficiente, motivo por el que estos termómetros se usan con mucha frecuencia en home brewing (elaboración de cerveza).

También es habitual verlos pegados a acuario, terrarios.

En todos los casos, evita que el termómetro esté expuesto directamente a la luz del sol para que no te dé una medida errónea.

Si estás buscando un termómetro en tira para tu fermentador, asegúrate de que la escala cubre las temperaturas que quieres medir (normalmente entre 10 y 30ºC). Y también busca uno que esté graduado en grados Celsius, unidad de medida con la que estamos más familiarizados los europeos.