Sosa cáustica
La aceituna recién cogida del árbol tiene un sabor amargo y una textura que la hacen completamente incomestible. Para poder consumirla hay que curarla, algo que se puede hacer en múltiples baños en salmuera (y por múltiples, queremos decir decenas de cambios de agua durante muchos días) o bien se puede usar la sosa cáustica que acortará el proceso a un sólo día. El lado negativo es que es un producto peligroso. Se presenta en forma de polvo que disolveremos en agua. En ningún momento deberemos tocar la sosa con nuestra piel, ya sea en polvo o disuelta en agua dado que nos puede provocar quemaduras. Por eso debemos usar guantes de plástico cuando la manejemos y también gafas para prevenir posibles salpicaduras a los ojos.
Cubrimos las aceitunas en agua y añadimos unos 40 gramos de sosa por cada kilo de aceitunas. Removemos (con cuidado) y dejamos actuar unas ocho horas. Se puede en todo momento coger una aceituna y hacerle un corte. Veremos claramente como el efecto de la sosa va avanzando. Una vez ha llegado al hueso (como he dicho pasadas más o menos ocho horas) haremos al menos dos cambios de agua de una hora para eliminar bien la sosa para luego meter las aceitunas en su aliño definitivo (agua salada, peladura de naranja, tomillo, romero,... o lo que se te ocurra). Dejad pasar dos o tres días más y ya podréis disfrutar de unas deliciosas aceitunas u olivas aliñadas.
Acabamos insistiendo en que la sosa es peligrosa y no debe ni ingerirse ni debe tocar piel o mucosas. En caso de accidente, lavar la zona con agua abundante y acudir a un médico.