Pan de oro
El oro es un metal noble extremadamente estable, que no reacciona con los alimentos que un humano comería, ni tampoco con sus jugos gástricos. Por ello, es perfectamente seguro comer oro.
Por la misma razón, el oro ingerido tampoco aporta ningún nutriente ni ningún sabor. En otras palabras, el oro que ingerimos no se digiere y se elimina tal cual entró.
Es por lo tanto un ingrediente que se usa exclusivamente como decoración. Y no cabe duda de que llama la atención y es una excelente manera de resaltar el valor de algún plato.
Se suele comercializar en forma de pan de oro o de virutas. En ambos casos, es extremadamente fino para reducir su valor. Es decir, que el peso de oro que se usa en cocina es ínfimo y tiene un precio más o menos asequible.
Eso sí, su ligereza lo hace difícil de manejar y deberás usar una pinzas y mucha paciencia.