Pistacho

El pistacho es  producido por un árbol llamado alfóncigo, de hoja caduca y que sus hojas cambian a un color rojizo con la llegada del otoño, siendo un árbol de bastante interés ornamental. EL árbol da unas flores en forma de racimo y cuando se abren dan el fruto con una sola semilla, que es la parte comestible. Y esta es la parte de más interés de este árbol, sus frutos.

El pistacho es un fruto seco de pequeño tamaño, con una cascara dura, y en su interior la parte comestible, de color verde/amarillo.

La procedencia del pistacho no queda muy clara, aunque parece ser que su origen pudiera encontrarse en Siria y posteriormente se haya extendido por gran parte del Mediterráneo, parte de Asia, y a otros países.  Existen varias variedades de este fruto seco, diferenciándose estos por su tamaño y color, podríamos, a agrandes rasgos, clasificarlos en tres categorías, el de color más verde, este quizás sea el más apreciado, el de tamaño más pequeño y el que tiene un color más amarillo, el que tiene menos aceptación en el mercado.

 El pistacho es uno de los frutos secos catalogados de gran valor y muy apreciados, por sus grandes valores alimenticios y beneficios para la salud.

Es muy nutritivo y rico en grasas monoinsaturadas, no perjudiciales para el colesterol  y un alto valor proteico y de minerales esenciales.  Y aunque su alto contenido en grasas este contraindicado en dietas de bajo aporte calórico, es muy beneficioso para reforzar dietas donde haya un consumo alto de energía, así consumidos entre horas sea una buena opción para recargar energías.

Podemos encontrar cada vez más este rico y apreciado fruto seco, en un sinfín de alimentos, y es que como ingrediente puedes consumirlo tostado o crudo, en ensaladas, repostería, helados, fiambres o como tentempié o aperitivo.