Boniato
El boniato no debe comerse crudo y se puede cocinar asado al horno o cocido en agua o cocinado al vapor y si se desea, luego se puede saltear. Es habitual cocinarlo con la piel que luego se retira y descarta una vez está hecho. Los tiempos de cocinado son parecidos a los de la patata, pero pueden variar bastante en función del tamaño y la calidad del boniato por lo que es siempre aconsejable pincharlos con la punta de un cuchillo para confirmar que está bien cocinado.
El sabor es muy característico, bastante dulce, motivo por el que se usa tanto para elaborar postres como para acompañar platos salados. También es un buen ingrediente para elaborar cremas o para sopas. Algunas recetas lo utilizan para hacer la masa de bizcochos o galletas.
Su carne que es ligeramente harinosa suele tener un color anaranjado, aunque existen variantes más bien blanquecinas. En el mercado encontraremos normalmente boniatos que pesan entre 200 y 300 gramos, pero existen ejemplares que pesan hasta 6 kilos!
Desde el punto de vista alimentario, es un producto relativamente bajo en calorías (90 kCak/100g) aunque es una buen fuente de hidratos de carbono. Apenas tiene grasas y destaca por tener un alto contenido de vitamina A y minerales como el manganeso, el potasio, el calcio y el fósforo.