Chapas de corona para botellas de cerveza
Las chapas metálicas para bebidas gaseosas más comunes son las llamadas de corona. Se han concebido para utilizarse conjuntamente con botellas que deben tener un cuello con forma determinada diseñado específicamente para este tipo de cierre. Reciben ese nombre por su forma. Si colocamos una chapa nueva boca arriba, su forma recuerda a la de una corona, con sus puntas apuntando hacia arriba y ligeramente hacia los lados. Esta apertura es una parte crítica del diseño: al colocar la chapa en la boca de la botella y usar un chapador, lo que estaremos haciendo es doblar las puntas de la corona hacia adentro, para hacer que estas abracen fuertemente la boca de la botella, que tiene forma tórica.
Por eso, si vas a reutilizar viejas botellas de cerveza, algo que recomendamos encarecidamente por el bien del planeta y de tu economía, antes debes asegurarte de que son del tipo correcto, es decir, con el cuello adecuado para la corona.
Las chapas (y las botellas) se fabrican principalmente en dos tamaños. Las de 26 mm, que son las que utilizan la mayoría de botellas de cerveza de hasta de medio litro de volumen, es decir, los botellines de 200, 250, los tercios de 330 y y las de 500 cl. Luego, para botellas de mayor tamaño, a partir de 750 cl, también llamadas botellas de cava o champán, se utilizan normalmente chapas de 29mm. Estos son los modelos más estándar, pero nada impide que un gran fabricante de cerveza tenga la capacidad económica de diseñar y fabricar botellas y chapas de otros tamaños. Por eso avisamos de que hay que tener un poco de cuidado a la hora de reutilizar botellas de cerveza de marcas comerciales.
Las chapas se fabrican tanto en hierro como en aluminio. Y se completa el diseño con el acolchado interior, fabricado en una espuma plástica que es la que garantiza la hermeticidad del cierre. Y hay que reconocer que lo hacen muy bien, dado que una botella de cerveza bien chapada está diseñada para tolerar presiones interiores de hasta 3 bares. Si piensas que esa es la presión interior de muchos neumáticos de coches, la cosa no está nada mal.
El recubrimiento o acolchado interior es importante y su calidad es la que realmente va a determinar el precio de la chapa y también la duración eficaz del chapado. Si haces cervezas relativamente ligeras que piensas consumir en poco tiempo (pocos meses), entonces puedes adquirir chapas económicas. Si en cambio estás haciendo cerveza potentes, que requieren un buen periodo de añejado, entonces es aconsejable usar las chapas de mayor calidad. Y lo último que hay en chapas, son las que llevan su acolchado interior hecho con un material que captura el oxígeno que pueda haber en la botella y cuya presencia siempre degrada el sabor de la cerveza.
La alternativa doméstica a las chapas de corona son los tapones de rosca (normalmente para botellas PET) y los tapones mecánicos (swing top en inglés) de cerámica, goma y metal. Luego en el mundo comercial hay otros modelos, como las chapas de rosca o las chapas "abre fácil", pero no son tipos que de momento se puedan usar a nivel doméstico (que sepamos).
