Piedra del Himalaya
Los bloques de sal del Himalaya transfieren parte de su sal al alimento que se posa o cocina encima de ellos. Le va a otorgar al alimento un toque suave de sal. Además, incorpora diversos minerales además de cloruro de sodio que le dan un sabor especial junto a un valor nutricional extra. Si sobre él ponemos pescado crudo, por ejemplo, en cuestión de poco tiempo la sal se transfiere sutilmente a la carne iniciando un proceso de curado. Se puede dejar el pescado sobre la piedra en la nevera mientras dura el proceso de curado.
L principal característica de este material es que se puede usar a temperaturas extremas. Desde los 25ºC bajo cero de un congelador a la temperatura máxima de un horno doméstico. De hecho, ¡toleraría hasta 800ºC! La única precaución que debemos observar es que no debemos someterla a variaciones de temperatura bruscas para evitar que se agriete. Se puede meter directamente en el congelador, pero si lo vamos a calentar en el horno, se recomienda empezar a 100ºC y luego subir la temperatura otros 100º cada 15 minutos. Podemos calentar y cocinar con nuestra piedra del Himalaya sobre el fuego de gas. Otra vez, tenemos que ir subiendo la temperatura lentamente: 15 minutos al mínimo, otros 15 a fuego medio y luego ya podemos pasar a fuego máximo.
Si lo usamos como plancha de cocinado veremos que los alimentos prácticamente no se pegan y que la cocina genera muy poco humo. Sobre la piedra se pueden cocinar carnes, pescados, verduras... es decir, que realmente hace plancha de cocinado con la salvedad de que aporta el punto de sal justo al alimento.
Este material conserva muy bien la temperatura y tarda en calentarse si está frío y tarda en enfriarse si está caliente. Por ello, lo enfriaremos en el congelador para luego posar sobre él un alimento que queremos que se conserve muy frío. Lo calentaremos al máximo para usarlo como bandeja de horno o plancha de asar, pudiendo llevarlo a la mesa donde seguirá cocinando el alimento que hayamos puesto encima.
El lavado debe hacerse sólo cuando el bloque haya alcanzado la temperatura ambiente. No se debe meter nunca en el lavavajillas ya que acabaría disolviéndose. No debe usarse detergente alguno dado que la sal es un potente bactericida. Basta con frotar suavemente para eliminar restos de comida y luego pasar un paño ligeramente húmedo hasta que quede limpio uy brillante. Se seca bien y se guarda.
