Daikon

Daikon

Daikon es el nombre que le dan en Japón a una variedad de rábano que se encuentra en distintos países asiáticos. Se utiliza en todas estas cocinas pero es sobre todo en la japonesa y la coreana donde se ha convertido en un ingrediente de primer nivel. Si quieres saber cómo se cocina y cómo se come el daikon, sigue leyendo.

El Daikon se caracteriza primero por su gran tamaño si tenemos en cuenta que es de la familia de los rábanos. De hecho, Daikon en japonés significa literalmente raíz grande y es habitual encontrar en los mercados especímenes que pesan bastante más de un kilo y que tienen más de 20 cm de largo. También le caracteriza su sabor, suave, casi dulce y a pesar de ser un rábano, no es nada picante. Y es su gran tamaño y su agradable sabor lo que le da su popularidad. Y es que el daikon se puede cocinar de muchas maneras.

 

Antes de llegar a la propia raíz, hay que decir que también se consumen sus hojas y sus brotes, ya sea para ensaladas o para sopas. La raíz, una vez lavada, se pela y se prepara de muy diversas formas. Se puede consumir directamente cruda, pero es habitual rallarla en espirales y usarse como elemento de decoración para el sushi. Esas espirales de daikon se esparcen en el plato en forma de lecho sobre el que se colocan los trozos de sashimi (pescado crudo). En este caso, aunque el daikon se puede comer crudo sin problemas, realmente cumple una función decorativa y es normal que los comensales se centren sólo en el sashimi y dejen el daikon intacto.

El daikon se puede cocer en sopas y guisos y también se puede saltear. Para alargar su disponibilidad, existe también el daikon deshidratado que podremos añadir a todo tipo de guisos cuando queramos sin tener que contar con el producto fresco.

Pero donde el daikon se convierte en la estrella de la cocina es en el terreno de los encurtidos (tsukemono en Japón o Takuan en Corea). Tanto japoneses como coreanos adoran estos pequeños trozos de daikon que ponen como acompañamiento de cualquier almuerzo, cena uy desayuno (sí, desayuno también). Se sirve siempre en cantidades muy pequeñas. Estos encurtidos de sabor muy intenso, a menudo ácidos y con un toque dulce, cumplen en cierta forma la función de limpiar el paladar a la hora de pasar de un plato a otro. Son estéticamente muy atractivos y dependiendo del método de preparación pueden llegar a tener colores muy llamativos. Como base para el encurtido suele usarse el vinagre de arroz, sal y a menudo azúcar. Luego se pueden añadir una gran variedad de ingredientes para dar más sabor, como ajo, pimienta, jengibre, kombu y también cúrcuma para dar color. Se pueden preparar a partir de daikon crudo, pero se gana tiempo si se le da primero un hervor para ablandar un poco su carne. La textura de estos encurtidos es muy crujiente y agradable en boca. En este estado se conservan durante mucho tiempo en un frasco en la nevera algo que es muy conveniente dado que, como ya hemos indicado, la costumbre es poner solo unos pocos trozos para cada comensal.

 

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