Pelador de ajos
Consisten en un sencillo cilindro de goma flexible dentro del cuál se introducen uno o varios dientes de ajo. Se apoya en cilindro sobre la mesa y con la mano lo haremos girar varias veces aplicando una presión media. El movimiento de los dientes de ajos dentro del cilindro facilita la separación de la piel. Tras unas pocas vueltas, volcamos el pelador del que saldrán por un lado los dientes pelados y por otro las pieles. Una vez hemos terminado, un lavado rápido con agua y jabón bastará. También hay modelos que se pueden meter en el lavavajillas. En casa, tengo un frasco de cristal en la nevera donde conservo ajos pelados y cuando toca rellenarlo saco mi pelador y en pocos minutos he pelado una o dos cabezas de ajos sin demasiado esfuerzo.